martes, 26 de mayo de 2015

El Caballito de Totora: los orígenes del surf mundial

Con la bajada de swell en Chicama decidimos poner rumbo a Huanchaco, dos horas al sur, donde las olas tienen el doble de tamaño.


Huanchaco es un pueblo con historia. En el vivían los Mochicas, una de las culturas más antiguas del Perú. Estos Mochicas dieron origen a dos cosas muy importantes:
-El ceviche: es el plato gastronómico peruano más reconocido a nivel mundial. Se trata de pescado y/o marisco aliñado con cítricos. Es un sabor bastante fuerte, muy diferente a lo que solemos comer en Europa. 


-Y EL SURF, pese a lo que todo el mundo piensa, el surf se creó en Perú. Ésta es la historia:
Los Mochicas solían ir a pescar en un tipo de embarcación que llamaban "tub", ahora conocida mundialmente como CABALLITO DE TOTORA porque parece que cabalga sobre las olas y está construida con tallos y hojas de Totora (Schoenoplectus californicus).


La leyenda cuenta que hace 5.000 años un niño de 13 años cabalgó por error una ola con un "tub" mientras intentaba salir del mar. Él iba de rodillas pero sintió la necesitad de ponerse de pié. Cuando lo hizo sintió que volaba, que era un pelícano. Fue la primera ola surfeada de la historia. Cerró los ojos y empezó a gritar "estoy volando, estoy volando". Después de esta experiencia mágica la leyenda cuenta que el niño se pasaba surfeando todo el día. Fue el primer gran adicto al surf. De ahí, los mochicas bautizaron la ola de Chicama como "Mamape", lo que significa "ola que no acaba".



Todavía en la actualidad los pescadores de Huanchaco continúan con esta ancestral tradición de salir a pescar en los Caballitos de Totora. Yo personalmente quise sentirme como el niño mochico de trece años intentando surfear y les pedí uno prestado. Aunque no me conseguí poner de pié fue una gran experiencia!


Ya por la noche nos reunimos con dos amigos, Óscar de mi querida tierra gallega y Yago de Cantabria, que estaban de Intercambio en Trujillo pero que vivían en Huanchaco para poder surfear todos los días. Desde aquí les mando un abrazo!!


Cenamos algo viendo el atardecer en uno de los puestos de comida que hay en la calle y nos fuimos a jugar al fútbol con la gente local:



Al día siguiente iniciamos el regreso a Lima al amanecer porque estábamos a casi 10 horas de distancia.
De camino paramos a comer en un pueblito costero llamado Barranca. Queríamos probar su famoso Tacu-Tacu, un plato típico peruano que lleva arroz cocido y menestras del día anterior (suelen ser el frijol y la lenteja) mezcladas hasta formar una masa homogénea, principalmente acompañado de mariscos. ¡Estaba increíble!


Me gustaría agradecer al capitán Manu Roncalla por darnos la oportunidad de conocer todos estos lugares y al resto de la tripulación por compartir esta gran semana con nosotros, que seguro no se nos olvidará.

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