Así fue mi primera vez en una piscina de olas.
Os lo comparto para que si podéis vayáis y la probéis. A mi me sorprendió y me gustó un montón.
Este fue un regalo que me hizo María por mi cumpleaños. No fuimos invitados ni nada.
Que yo sepa en Europa sólo existe de momento la tecnología Wave Garden en cuanto a piscinas de olas. Así que esta era la que más nos tentaba, por la forma de la ola y por el sitio en el que está.
Para llegar hasta allí volamos directos con EasyJet desde Santiago de Compostela a Ginebra (Suiza). Llevar las tablas son unos 50 euros por trayecto.
El aeropuerto de Ginebra tiene dos zonas, la suiza y la francesa. Nosotros fuimos caminando hasta la francesa para alquilar el coche allí (es más económico).
Después condujimos hasta Lausanne (está como a hora y media hacia el oeste), para visitar a una amiga de María que vive allí (farmacéutica por cierto, como yo). Paseamos por la ciudad, tomamos unas cervezas, cenamos y nos fuimos a dormir a su casa. ¡Mucha gracias Inés!
Al día siguiente teníamos cita en Alaia Bay a las 11:00 y estaba como a una hora en coche.
Esto fue un viernes de mediados de marzo. La piscina cierra más o menos de diciembre a febrero porque el agua se congela. Luego en verano hace calor y todo, pero marzo me gustó mucho porque los Alpes todavía están nevados y es increíble. De hecho puedes hacer surf y snow en el mismo día. Desde Sion, que es donde está la piscina de olas Alaia Bay, tienes a media hora-una hora varias pistas de ski-snow.
Llegamos a la piscina y la primera impresión es alucinante. El agua turquesa de la piscina parece que venga de algún glaciar.
Debe estar a unos 13 grados más o menos, como el agua en invierno en Galicia un día frío.
Yo tenía vez a las 11:00. Hay que estar media hora antes para cambiarte y que te expliquen todo (importante).
Las olas se reservan por internet. Es decir, hay un horario que dice a qué hora es cada nivel. Entonces en función del nivel que quieras tienes una hora u otra. La piscina no para de funcionar de 09:00 a 23:00. Y la misma ola sale a la vez para la izquierda y la derecha. Cuesta unos 120 euros hora y en el nivel más alto coges unas 20 olas. En otros niveles la piscina bombea más olas por serie así que puedes llegar a coger más.
En la explicación que te da el tío al llegar te dice por donde remontar y cómo van a bombear las olas. Y qué hacer en caso de caída.
Básicamente te dice que vas a tener 3-4 niveles de ola en una sesión. Cada vez la ola irá más vertical hasta llegar al "barrel time".
Mola mucho porque mientras esperas tu ola (es por orden de llegada "al pico") te ponen el replay de la serie anterior (entre serie y serie en el nivel "experto" hay 90 segundos de parón). Este orden de llegada al pico va a determinar en qué ola de la serie vas. A mi me parecieron más o menos iguales todas.
María cogío la sesión por la tarde. Una derecha de nivel intermedio.
Cuando reservas tienes que decidir si quieres izquierda o derecha, no puedes cambiar en medio de la sesión.
Es mucha coincidencia que el restaurante-bar que hay en Alai Bay se llame Twinfin. Allí vas a poder comer con vistas a la ola. Muy rico pero algo caro (como todo Suiza).
Ese día dormimos en Sion, a los pies de los Alpes en una cabañita que encontramos en Airbnb.
Al día siguiente volvimos hacia Ginebra pero bordeando el lago Leman, que separa Suiza de Francia.
Hasta llegar a Ginebra, donde nos acogieron Berta y Guille. Gracias :)
Al día siguiente (lunes) teníamos la vuelta a Santiago a primera hora.