Desde Portugal, ya con la rodilla lesionada, Nachito y yo pusimos rumbo a Madrid a bordo del corsita.
Nuestro objetivo era llegar a tiempo para el concierto de C. Tangana en la sala La Riviera de Madrid a las 21:30.
Era jueves por la mañana y estábamos a sólo siete horas de Madrid desde Santa Cruz (Portugal), pero viajando en el corsita todo puede pasar. Y siempre pasa jaja.
Nunca le había ganado conduciendo al GPS (siempre tardo más de lo que marca). Y esta vez, y más por carretera general, no iba a ser menos. Los que me conocen bien saben que me gusta conducir despacio, disfrutando siempre de la carretera y contaminando lo menos posible.
Pues bien, nada más entrar en España, transcurridas ya cuatro horas de viaje y estando muy cerquita de Plasencia, atravesamos un puente antiguo muy bonito. Fue entonces cuando decidimos parar a verlo y, ya de paso, estirar las piernas.
Estando de pie al borde del puente nos dimos cuenta de que, además de haber un paisaje INCREÍBLE, había un pequeño pero río precioso pasando por debajo. Como hacía mucho calor e íbamos más o menos bien de tiempo, decidimos bajar a darnos un baño. Empezaba la aventura.
Estuvimos bajando por casi media hora hasta llegar al río. Luego, otra media hora para encontrar la parte del río con menos corriente y, un rato más, para entrar al agua. Yo tenía la rodilla mala y lo hacía todo muy despacio.
Cuando por fin conseguimos entrar al agua le dije a Nachito que se agarrase a una roca con una mano y que con la otra me agarrase a mi para que no me llevase la corriente mientras intentaba bañarme en la zona más profunda del río. Pues bien, de repente noto como me empieza a llevar la corriente y como empiezo a avanzar río abajo. Pero yo seguía agarrado a Nachito. Qué extraño. Al mirar me doy cuenta de que ¡se había soltado el mamonazo! Por suerte, un par de metros más abajo conseguimos agarrarnos a otra roca, justo antes de llegar a una pequeña zona de cascada con piedras poco amigables para mi rodilla. Estuvo muy divertido. Era justo la energía que necesitaba para afrontar con más ganas la lesión. Pura naturaleza.
A todo esto, se nos pasó la tarde allí. Cuando por fin llegamos a Madrid eran las 21:20 y llevábamos más de diez horas de viaje jaja. No pudimos llegar al concierto de Sticky M. A. (artista que iba antes de C. Tangana y que me gusta mucho) pero si al de C. Tangana. Allí nos estaba esperando nuestro amigo Nacho de Coruña para acompañarnos.
Luego, cumpleaños de mi buen amigo Gonzalo y una vuelta por Madrid. A todo esto, aún teníamos las tablas subidas al techo jaja.
Nachito y yo nos estábamos quedando a dormir en la casa de mi hermano Pedro, que ahora vive y trabaja en Madrid; y que se iba para México ya el viernes y Nachito y yo el sábado.
Pedro también vivía con Javi Antón y Fran "Siempre Pakito".
Otros buenos amigos que viven en Madrid y que visité son Antón Peleteiro, habíamos estudiado Farmacia juntos en Santiago pero ya nos conocíamos desde mucho antes por el surf; y Risi "Clarke-Jones", conocido surfista gallego y auténtico profesional de la rumba y el derecho.
Fueron unos días de auténtica fiesta y risas.
Pablito Muiños también andaba por allí porque se iba el lunes a Indonesia.
A todo esto, la traumatóloga de la Clínica Cemtro (el hospital donde me había operado el hombro hace unos años) pudo verme y, después de hacerme varias pruebas, me confirmó que mi esguince de ligamento interno era leve. Así que nada de operaciones ni de reposo, a empezar a fortalecer esto cuanto antes. El sábado me iba a México y contaba con no surfear la primera semana, pero las dos siguientes sí. Así que estaba muy contento. Por un momento pensé que no iba a poder ir.