miércoles, 23 de mayo de 2018

Mi lesión en el QS3000 de Portugal

La última semana de abril bajé con todo a Portugal para competir en lo que iba a ser para mi la última prueba del circuito mundial antes de mitad de año. Pero las cosas no salieron como yo esperaba. El día anterior al campeonato, entrenando en la playa de Santa Cruz, me lesioné.



Fue en un baño raro, por la tarde.


Las olas estaban bastante orilleras y la marea un poco alta, así que había contraola.



Además, había mucha corriente. Básicamente, se cogía lo que se podía.


Fue en una ola blanca y en una maniobra parecida a la de arriba cuando mi rodilla hizo "crack". Lo oí perfectamente. Al principio pensé que me había dislocado la rodilla, pero no, tenía un esguince. El ligamento lateral interno se había estirado y/o retorcido.


No sabía el grado/alcance que iba a tener la lesión pero supuse que iba a tener para largo y que no iba a poder competir. Aún así, le puse hielo y esperé a ver cómo me sentía al día siguiente (el día del campeonato) para decidir cancelar o no la inscripción. No tenía mucho margen de actuación, mi manga era la segunda de ronda 1.


Y efectivamente, a la mañana siguiente, me dolía mucho más. No tuve más remedio que cancelar mi entrada al evento.


Ya había ido el día anterior al hospital de Torres Vedras (la gran ciudad más próxima) pero no me había podido atender ningún traumatológico básicamente porque no había, era muy tarde. Por eso, esa noche, decidí ponerle solamente hielo. Aunque a estas lesiones pocos más se les puede hacer que dejarlas cicatrizar.


Cuando por fin vi a un médico, este me confirmó por resonancia la lesión que tenía y me dijo su grado (leve). Por un lado me sentí aliviado de que no fuera algo más grave. Pero por otro lado estaba apenado. El QS3000 de Portugal era un campeonato para hacerlo bien y ni entrar al agua pude. Además, tenía un viaje programado para justo después del campeonato y éste estaba pendiente de un hilo.


Sólo me tranquilizaba el saber que un esguince leve de ligamento lateral de la rodilla se cura con reposo (dejando cicatrizar) y se previene fortaleciendo la rodilla. Lo cual ya me sonaba de la lesión de hombro que tanto había sufrido pero que ahora, después de mucho fortalecer, parecía que no me iba a molestar más.


Así que me dediqué mis primeros días a descansar. Después empecé a pasear por la arena de la playa y, por último, a fortalecer. Quería llegar al viaje de México si o si.

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