Por Coté Rodríguez Varela (@dalsy photo)
El viaje a Yerbabuena fue uno de esos viajes que se deciden de la noche a la mañana, junto a Pablo Montero (@paul_montana) y Pablo Muiños (@pablommarquez).
El viaje a Yerbabuena fue uno de esos viajes que se deciden de la noche a la mañana, junto a Pablo Montero (@paul_montana) y Pablo Muiños (@pablommarquez).
Yo para estas cosas tengo una teoría, y es que cuando surgen planes que necesitan tanto movimiento sin una planificación previa, con gente simpática y divertida, son los mejores.
Después de haber aterrizado de un viaje a Canarias el domingo anterior, lo decidimos un miércoles por la tarde noche y el jueves a las 13:00 estábamos saliendo de A Coruña dirección Cádiz (Conil).
Entre parada y parada decidimos degustar la noche sevillana. Unas tapas de serranitos, pringás y carrilleras y la noche se presentó muy bien. A la mañana siguiente, un pequeño “turisteo” por Sevilla y nos pusimos en ruta a la playa del Palmar para darnos un baño antes de que se fuese el sol.
Al finalizar el campeonato de Yerbabuena, que por cierto es una derecha larga increíble, y que con la puesta de sol y ese paisaje de acantilado que tiene, deja a la ola perfecta para fotos.
Lo que empezó siendo un viaje de dos tres días, se empezó a alargar ya que vimos que el viernes siguiente entraba un buen swell, lo que hizo que nos quedáramos dos semanas, cogiendo olas todos los días, dos baños por día, compartiendo baños con gente de muy amable.
Al finalizar el campeonato de Yerbabuena, que por cierto es una derecha larga increíble, y que con la puesta de sol y ese paisaje de acantilado que tiene, deja a la ola perfecta para fotos.
Lo que empezó siendo un viaje de dos tres días, se empezó a alargar ya que vimos que el viernes siguiente entraba un buen swell, lo que hizo que nos quedáramos dos semanas, cogiendo olas todos los días, dos baños por día, compartiendo baños con gente de muy amable.
Este es el vídeo: