martes, 23 de septiembre de 2014

Viaje relámpago a Portugal

El viernes recibí dos llamadas casi simultáneas. Una de mi hermano y otra de mi buen amigo asturiano Guille Alonso. Las dos me proponían un viaje relámpago al mismo sitio, un lugar que solemos frecuentar y al que nos encanta bajar. Apenas opuse resistencia. Hice la maleta para arrancar justo después del partido de Dépor el sábado por la tarde. Guille y Marco bajaron al medíodía para llegar al baño de última hora junto con Gerar y Borja. Mariano, Pedro y yo llegamos un poco más tarde.



La verdad es que el equipo era inmejorable. Todos nos sentimos como una gran familia de viaje vacacional a tierras lusas.



El domingo al amanecer las condiciones eran muy buenas. Pedro y Guille fueron los primeros en ir al agua.



El mar estaba grande pero al no soplar viento estaba un poco desordenado y era difícil ir en la buena. Aún así todos pillamos alguna bomba! Mariano llevaba dos años sin entrar al agua debido a diversas lesiones y no se lo pensó dos veces para tirarse en todas las que le vinieron.


Yo conseguí enganchar alguna izquierda buena también. Me hizo mucha ilusión sobre todo un tubo que cogí de izquierdas y desde donde veía a mi hermano Pedro venir hacia mi en un tubo de derechas jajaja.



Cuando saltó el viento de mar (después de más de tres horas en el agua) decidimos salir pero el point seguía bombeando sin parar!



Repusimos fuerzas a 500 metros en una panadería espectacular y volvimos al agua.



Un par de horas más surfeando (el agua estaba buenísima) y terracita a pié de la playa para ver el atardecer.




Antes de que anocheciera Mariano tuvo la gran idea de hacer una parrillada de pescado así que fuimos al mercado y compramos cuatro kilos de sardinas. Los percebes estaban a 10 euros/kilo pero no tenían muy buena pinta...



Ya de vuelta en la playa montamos el chiringuito: unas sillas, las parrillas, una hoguera y un par de cervezas. Había como 25ºC y el cielo nos sorprendió a lo lejos con una tormenta eléctrica. La verdad es que fue un momento mágico!




A la mañana siguiente el mar nos recibió así:




Así que a ponerse el traje y para adentro.



Esta vez estaba bastante más fácil de surfear. Era un baño caramelo. Tubos de tres cuartitos para ambos lados. Y estábamos casi solos en el agua!!!




Cuando salimos no dábamos crédito. Todo fue perfecto!! Estuvimos un rato más viendo el mar, tomamos las últimas natas y empezamos el camino de vuelta a casa...
Pronto el video!!



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