Viajar a Irlanda con mis amigos fue una muy pero que muy buena idea:
Y pensar que desde Santiago había vuelos directos y yo sin enterarme...
Pero, ¡nunca es tarde!
Había quedado con Marco y Guille en Dublín y juntos pusimos rumbo al oeste:
En Dublín pasé la tarde con mi amigo coruñés Chemita, con el que me tomé la primera pinta de Guinness jeje:
Pedro y Ciro (que ahora vive en Belfast) venían más tarde. Nosotros pusimos rumbo a la costa y al llegar no nos lo podíamos creer, ¡había olas por todas partes!
No nos lo pensamos dos veces (hacía un tiempo horrible) y nos fuimos al agua. Esta fue mi primera ola en Irlanda:
Estábamos mojados y helados pero encantados:
De ahí nos fuimos a dormir a un bonito pueblo de lo más auténtico, donde pasamos casi toda la semana:
Estaba rodeado de olas y de zonas verdes, ¡era espectacular!
Algún día cuadró mal de viento, pero sin fallo, a casa de Javi y Montse a jugar al billar jeje:
Uno de los mejores baños fue sin duda el del último día, con Ciro y con mi hermano solos en alguna parte de la costa irlandesa. ¡Fue mágico!
Y pensar que desde Santiago había vuelos directos y yo sin enterarme...
Pero, ¡nunca es tarde!
Había quedado con Marco y Guille en Dublín y juntos pusimos rumbo al oeste:
En Dublín pasé la tarde con mi amigo coruñés Chemita, con el que me tomé la primera pinta de Guinness jeje:
Pedro y Ciro (que ahora vive en Belfast) venían más tarde. Nosotros pusimos rumbo a la costa y al llegar no nos lo podíamos creer, ¡había olas por todas partes!
No nos lo pensamos dos veces (hacía un tiempo horrible) y nos fuimos al agua. Esta fue mi primera ola en Irlanda:
Estábamos mojados y helados pero encantados:
De ahí nos fuimos a dormir a un bonito pueblo de lo más auténtico, donde pasamos casi toda la semana:
Estaba rodeado de olas y de zonas verdes, ¡era espectacular!
Algún día cuadró mal de viento, pero sin fallo, a casa de Javi y Montse a jugar al billar jeje:
Uno de los mejores baños fue sin duda el del último día, con Ciro y con mi hermano solos en alguna parte de la costa irlandesa. ¡Fue mágico!
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