martes, 15 de marzo de 2016

Un año después, vuelta a casa

Después de un año por tierras peruanas, el regreso a casa era inminente. No lo podía postergar más. Mis prácticas empezaban el día 16 de febrero y mi llegada a Coruña estaba programada para el 15 por la noche. Muy al límite, como siempre.

La razón por la que quería alargar al máximo mi estancia allí era porque durante ese año había hecho muy buenas amistades.

Además, mi día a día era genial y tanto el clima como la forma de ser de la gente hacían que el simple hecho de ir caminando por la calle se convirtiera en algo bonito y alegre. Como yo solía decir: "hay mucha risita por la calle". Y es que es normal. Caminabas disfrutando y no queriendo llegar cuanto antes a casa para poder ponerte unos calcetines secos.

La gente estaba bien contenta. Siempre sonaba música de fondo, ya sea por un taxi, una tienda, porque había música en directo o porque un niño caminaba con su altavoz... era puro flow latino.

Esta foto se sacó en mi despedida. Varios amigos peruanos y españoles se acercaron a la puerta de mi casa para darme un fuerte abrazo, desearme lo mejor y decirme un"hasta pronto".

Casi pierdo el avión porque estuvimos un buen rato allí quietos recordando el que posiblemente haya sido el mejor año de mi vida.

Sin ellos, y alguno otro que falta, estoy seguro de que mi estancia en este país no hubiese sido ni la mitad de bonita de lo que ha sido. Muchas gracias a todos, de corazón.


Ya en Madrid, después de dos vuelos, las decisiones no se habían tomado a la ligera y mi llegada a la hora de la comida estaba más que programada. El tan conocido vacilón de facebook "Jacobo Torres Agra" me estaba esperando en el aeropuerto y, junto a su prima tica Ana María, nos fuimos a comer un buen chuletón con el gran Roque y el hermano pequeño de Cefe, Ignacio.



Luego de un paseito por Madrid me llevaron al aeropuerto de nuevo para coger el avión a Coruña.

Llegué a la hora de cenar, casualmente cómo no, y mi hermano Pedro se acercó a recogerme para irnos a Casa Manolo. Esta vez tocaba tortilla y raxo jeje.


Al día siguiente bien temprano me fui a la Universidad en Santiago de Compostela. Allí es donde se estudia Farmacia y donde tenía que elegir, junto al resto de mis compañeros, el lugar donde quería hacer las prácticas. Gracias a la probabilidad, pude elegir la Farmacia que quería así que me fui a comer a uno de mis sitios favoritos para celebrarlo. Esta vez me acompañó mi buen amigo Risi Jones:


Los días siguientes los pasé entre Santiago y Coruña, asistiendo a charlas formativas y dándome algún que otro baño en mi querida bahía del Orzán:


Tampoco podía perder mucho el tiempo porque tenía que organizar el evento de la presentación del video de Perú y mi cumpleaños, aunque alguna cena pudimos hacer:


A todo esto, yo me había mudado a Monte Alto, a la casa de Pablito y Sabela:


Allí bajaba con los amigos a cenar a El de Alberto y a comer unos buenos filipinos de postre:


Aunque la comida que hacía Sabela en casa no estaba nada mal tampoco, yo y mi hermano damos buena fé de ella jeje:


Unos paseos por la ciudad tampoco podían faltar:



Ni unas buenas rumbas, al más puro estilo volcán:



Las olas en el Orzán, mientras tanto, tampoco dejaban de salir (fotos J.M. Guerra):




Aunque alguna que otra escapadita nos dimos, como esta hacia el sur con Rosita y con Marian para surfear dos de mis spots favoritos:









O esta con Matías, Patrick y Pablito al Polo Norte jeje (fotos de @matiasbbk):







Aunque las ferias gastronómicas tampoco nos las perdimos jeje:


En definitiva, estar en casa también mola. Poder disfrutar de la madre tierra con los amigos de toda la vida es genial. Larga vida a todos ellos y VIVA GALICIA.

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