martes, 22 de septiembre de 2015

Cómo conocer y surfear Pacasmayo y Huanchaco en menos de 72 horas

Lunes por la mañana: averiguo que no tengo clase el viernes, miro el parte para el norte del país pero está demasiado pequeño, miro para un poco más abajo y lo veo claro. Una llamada a mis compatriotas gallegos Rosita y Samu (acaban de llegar a Lima de Intercambio) por si quieren venir, me dicen claramente que sí.

Jueves por la noche: partimos dirección norte en un autobús de primera clase (es algo así como la primera clase de una muy buena compañía aérea de un vuelo internacional). El destino está a más de 8 horas de distancia (aquí es mejor medir en tiempo y no en km) pero vamos encantados en nuestros asientos reclinables 180º.


Llegamos el viernes al amanecer. Primera impresión: calorazo. Mototaxi a nuestro hostel (que por cierto lleva el nombre del inventor del surfing moderno) y a la playa.



Las olas están muy pequeñas pero súper largas y nadie en el agua! Surfeamos a más no poder y salimos con la marea casi llena y el estómago vacío.


Nos cambiamos en el faro como buenos locales y volvemos al pueblo a almorzar.


Vamos al mercado, donde un buen menú con primer y segundo plato y refresco te cuesta 5 soles (un euro y medio). Ah, también dormimos por 25 soles cada uno (7 euros). ¡Cómo se nota la diferencia de precios con Lima!


A la tarde volvemos al point pero la marea está un poco alta todavía. Hacemos un poco de tiempo hablando sobre cosas paranormales y vamos "pal" agua.


Salimos con el sunset ya antes de que se vayan los mototaxis porque caminando es bastante lejos y algo peligroso por la noche.


Sábado: nos despertamos con muchas ganas pero el mar está un poco más pequeño. Aún así nos damos nuestro baño de rigor y volvemos al pueblo para emigrar en búsqueda de más olas.



Recogemos todo en el hostel y ponemos rumbo a la estación.




Nos subimos al primer bus que va hacia el sur y después de atravesar medio desierto llegamos a Trujillo.


De ahí, taxi a Huanchaco y directos al My Friend, un hostel a pie de playa por el módico precio de 15 soles (4 euros).


Aquí las olas están algo más grandes:




Domingo: amanece nublado pero las izquierdas están ahí y hay un glassazo que alucinas!





Después de varias horas de surfing nos vamos a dar un paseo por el pueblo para conocerlo y comer algo.




Volvemos justo para el mejor baño.


Por la noche, de nuevo taxi a Trujillo y bus a Lima.

Lunes al amanecer: llegamos a Lima, dejo todo en casa y para clase directo que tenía que exponer un trabajo!



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